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domingo, 28 de julio de 2019

Una serie con dos héroes intercambiables

   

 De Big Chief Wahoo a Steve Roper & Mike Nomad

Avatares de una tira cómica abierta a los cambios
    
Traigo hoy al blog una pionera serie de prensa americana nacida en noviembre de 1936 que durante su prolongada existencia sufrió numerosos cambios que afectaron tanto a su título y sus protagonistas como a su propio carácter, pues iniciada como tira cómica que transcurría en el tópico oeste de principios del siglo pasado, acabó convertida en serie de acción detectivesca y de aventuras en época actual.
Comic book número 1. 
El escritor Allen Saunders y el dibujante Elmer Woggon habían presentado su proyecto de tira con el título The Great Gusto —el nombre de su protagonista, J. Mortimer Gusto, un regordete vendedor trashumante inspirado por el famoso actor O. W. Fields que recorría los poblados del lejano oeste acompañado por su ayudante indígena Wahoo—, pero la agencia decidió que ni el título tenía gancho ni el protagonista era adecuado para el papel. De este modo, la tira pasó a llamarse Big Chief Wahoo, y el indio se convirtió en protagonista, con el obeso charlatán Gusto en un papel secundario que se mantuvo durante varios años, desapareciendo al fin de la serie el que había sido proyectado como titular de la historieta.
Página dominical del 1-IX-1938.
Big Chief Wahoo, ya digo, nació con un tono humorístico, acentuado en las páginas dominicales (que hasta mediados de los años cuarenta constituían episodios completos independientes de la saga general), pero ya desde el principio funcionó en régimen de continuidad, a diferencia de la mayoría de las series de humor, y no tardó en abordar temas más cercanos a la aventura que al simple gag cómico.
A comienzos de la década de los cuarenta, un nuevo personaje hace su aparición en la serie. Se trata de Steve Roper, un fotógrafo de prensa aventurero que comenzó a destacar en papel protagonista en episodios ya alejados completamente del humor y abordando la temática bélica durante la II Guerra Mundial.
Viñeta en la que se presentaba a Steve Roper
y otros personajes de la serie.
Roper fue tomando cada vez más importancia en la trama, hasta conseguir que su nombre apareciera en el título, que cambió en 1944 a Chied Wahoo and Steve Roper, y desplazando un año después al jefe indio, cuando la serie se convirtió en Steve Roper and Wahoo. Y no quedó ahí la cosa: un par de años más tarde volvió a cambiar el título, quedando ya el fotógrafo como único titular. El personaje había ido creciendo, se nos hablaba de su participación en la contienda bélica en el cuerpo de inteligencia naval, y de su traslado tras la guerra a Nueva York, donde encontraba su puesto en una revista especializada en la información criminal.
En poco más de una década, Big Chief Wahoo había pasado de ser el relato de las peripecias humorísticas de un tópico indio con sombrero vaquero y un no menos clásico charlatán de feria vendedor de pócimas milagrosas a una tira de aventuras "serias" protagonizadas por un fotógrafo de prensa. Pero no terminaron ahí los cambios. Mientras que Saunders se mantuvo como guionista de la serie durante más de cuatro décadas —sucediéndole en 1979 su hijo, John Saunders—, Woggon fue sustituido a mediados de los años cuarenta por Pete Hoffman, a quien relevó en 1954 William Overgard, dibujante que se hizo cargo de la serie dándole nueva energía con la incorporación de otro atractivo personaje, Mike Nomad, un ex marine que no limitó su presencia al caso en el que tomó parte, convirtiéndose en nuevo miembro del equipo y aumentando su participación en las aventuras hasta lograr que nuevamente cambiara el título de la tira, que definitivamente quedó, desde finales de los años sesenta, como Steve Roper & Mike Nomad.
Presentación de Mike Nomad.
Desde la llegada de Nomad la serie alternó episodios en los que aparecían ambos personajes con otros protagonizadas por uno o el otro en solitario. No es muy común el caso de una serie con dos protagonistas independientes. Roper y Nomad no son la típica pareja de héroe y compañero, ni exactamente un equipo de dos héroes trabajando al alimón. En gran parte de los episodios es uno de ellos el que desempeña el papel protagonista, no apareciendo su compañero sino accidentalmente. Se trata de dos personajes claramente diferenciados, con personalidades y caracteres muy distintos, lo que da un gran juego en las tramas. Roper, serio, elegante, maduro, fumador en pipa; Nomad, vagabundo, algo atrabiliario, juvenil, humorista, fumador de cigarrillos... Asimismo, la rica galería de personajes femeninos, secundarios y malvados hace de Steve Roper una serie de apasionante lectura, que las tramas de Saunders colman de interés.
William Overgard dibujó Steve Roper hasta mediados de la década de los ochenta, cuando fue sustituido por Frank Matera, que continuó hasta finalizar la historia el domingo 26 de diciembre de 2004. Durante los más de sesenta años que la serie se mantuvo activa no faltaron los negros que ayudaron a los dibujantes oficiales, entre ellos Bill Woggon, hermano de Elmer. Aunque durante la época de Matera las tramas de la serie perdieron bastante de la fuerza de los años de Overgard, el dibujo se mantuvo en un nivel, a mi juicio, apreciable.
Steve Roper en la colección de Ferma
dedicada a James Bond.
La edición de Steve Roper en España ha sido muy escasa y poco cuidada. Sólo en dos colecciones de la editorial Ferma he encontrado episodios de esta serie: Agente 007, James Bond, cabecera en la que Roper compartía paginación con Bond y otros aventureros (Dan Flagg, Jeff Cobb, John Steel y Kerry Drake), y la que Ferma dedicó a nuestro fotógrafo y su amigo con el título Steve Roper, ocho novelitas gráficas en las que se incluyeron episodios completos de la saga tras unas bonitas ilustraciones de portada de Jorge Macabich. Probablemente provenientes de ediciones escandinavas, en la colección se remontaban las viñetas para ajustarlas al formato, aunque el resultado no resulta tan horrendo como en otros casos. Las historias se siguen bien, y el dibujo se puede apreciar, aun con la limitación que supone la escasa calidad de impresión y papel.
Portada de un cuaderno
recopilatorio de este episodio. 
Traigo hoy al blog el episodio que ocupa el último número de aquella colección. Se trata de The Executioner, un relato que se publicó entre mayo y julio de 1959, en el que, aunque aparece también episódicamente Steve Roper, es Mike Nomad quien lleva toda la acción, que comienza cuando Mike se encuentra con la esposa de un compañero de sus años guerreros y la acompaña a ver a su viejo amigo... Pero mejor leamos la historia tal como se publicó.
Debo confesar que he tenido que realizar un severo trabajo de limpieza y encuadre de las páginas, porque aquellos libritos dan trabajo para extraer las imágenes, además de no estar especialmente bien impresos. Pese a todo, espero que merezca la pena, ya que se trata de una muy atractiva serie clásica, con un dibujo apreciable, una trama cuidada y resuelta con profesionalidad, lo que no es poco.