Gago - El Corsario Sin Rostro 34

El catastrófico fin de la isla

  

El volcán de fuego

      

Esta vez nuestro enmascarado corsario ha tardado menos en acudir a la cita de la memoria frívola. Seguimos sus aventuras con el cuaderno número 34 que le dedicó la valenciana editorial Maga. Como acostumbran, nuestro héroe y sus compañeros saben encontrar en cualquier lugar y en cualquier circunstancia peligrosos nuevos enemigos y terroríficas amenazas, a las que harán frente con su consabida indiferencia ante el peligro y su valor a toda prueba, sin perder jamás su ánimo... ni el sentido del humor de "Pecas" ni la contundencia de Vitorio. Y mientras tanto, ignorada por ellos, una joven sufre por el desamor de su héroe, cuyo corazón late por otra mujer... Como la vida misma.

   

El Santo 8

El Santo, por Leslie Charteris

Nº 8. La carrera de la muerte 

El episodio de las aventuras de El Santo que llega hoy al blog es uno de los pocos en los que en la edición española de Semic no se eliminó la firma del dibujante, en este caso Doug Wildey, un artista que me gusta mucho, con un estilo limpio y contundente. Simon Templar se enfrenta aquí a un peligroso estafador que no duda en apelar a medidas contundentes cuando alguien se cruza en su camino. 

Desgraciadamente, como era habitual, la edición de Semic está manipulada, remontada y falseada. He encontrado en la red la primera página dominical de este episodio, de fecha 24 de abril de 1960, y algunas tiras, y, además de los retoques y remontajes debidos a la adaptación al formato, he comprobado que Semic "afeitó" la perilla con la que Wildey había "adornado" a Simon Templar. 

Lo cierto es que a mí no me gustaba ver al Santo con barbita, sobre todo porque su imagen estaba para los lectores de aquellos años identificada con el rostro lampiño de Roger Moore (seguramente ésa fue la razón del rapado de Semic), pero no hay derecho a manipular así un tebeo.

La historia está narrada con facilidad, se disfruta, y la única pega que le encuentro es el apresurado desenlace, aunque me temo que ese defecto no sea achacable a Charteris (si es que el guión era suyo, que me temo que no), ni a Wildey, sino a que la edición de Semic no incluía las páginas dominicales, donde es de suponer que se completaría mejor la historia. 

Disfrutemos de la historieta tal como está y no perdamos la esperanza de que algún día alguien recupere para nosotros estas aventuras en una reedición respetuosa, aunque no parece muy probable que esto suceda.

[Los originales de las tiras y la página dominical las he tomado del sitio de subastas en línea Heritage Comic]

    

Las ediciones gigantes de Valenciana - Supermán 1

La llegada a Valencia del Hombre de Acero

 

Supermán en Editorial Valenciana

      

La editorial Valenciana, que había sido la reina del cuaderno de aventuras desde mediados de los años cuarenta hasta bien avanzados los cincuenta, compartió el mercado durante esas décadas con sellos como Bruguera, Toray o Maga, para ver cómo los dorados sesenta acababan con el formato, aplastado por la televisión, la música pop y el cine, viéndose el cómic abocado a un profundo cambio para mantener la atención de sus seguidores, cambio que hoy todavía no ha concluido, sucediéndose las nuevas y menos nuevas fórmulas que buscan colocar el ¿noveno? arte en el sitio que sus amantes creemos que merece.
Valenciana, por su parte, apostó por diferentes modelos de producción durante las décadas de los sesenta y los setenta, manteniendo como único referente de sus  mejores momentos aventureros el personaje de Roberto Alcázar, uno de los primeros héroes del tebeo español de acción y el último en retirarse del combate desde sus cuadernos apaisados. Entre las muchas ideas que Valenciana desarrolló en aquellos duros años (la más habitual, la reedición de sus series más vendidas en forma de fascículos encuadernables o de tomos recopilatorios) se contaba la importación de éxitos extranjeros, tanto europeos como procedentes del mercado estadounidense. Así vimos llegar de la mano de la editora de Valencia a personajes como The Phantom o Flash Gordon, y a los más destacados héroes del sello americano DC Comics, Superman y Batman. 

Para presentar estas adquisiciones, Valenciana escogió un espectacular formato, el de la Limited Collectors' Edition de DC, gigantescos comic books de 34 centímetros de alto por 26 de ancho, de los que la editorial española publicó tres números de Supermán y uno de Batman. Curiosamente, también Roberto Alcázar gozó de un ejemplar de estas soberbias dimensiones.
Viene hoy al blog el primero de aquellos enormes cuadernos del Hombre de Acero, que anunciaba en portada "las 6 mejores aventuras de este famoso personaje", si bien en realidad sólo se publicaban cinco de las seis que contenía el original americano, con dibujos de Joe Shuster, Wayne Boring, Kurt Schaffenberger, Jack Burnley, Curt Swamp y Murphy Anderson, dejándose en el tintero la sexta, de Ross Andru y Mike Exposito.

Un tebeo hecho de retales, fórmula que desde aquellos años se ha incorporado a la realidad editorial como sustento de sellos para los que las novedades no son algo sencillo de encontrar.