El Santo, por Leslie Charteris
La pluma fatídica
La colección de SEMIC aumentó de tamaño a 26 x 17 centímetros con este quinto número, sin otro cambio apreciable: el mismo papel, el mismo diseño (o falta de diseño más bien), el remontaje de las tiras y la reproducción descuidada, la ausencia de información alguna sobre la tira y sus autores... Claro, no era más que un tebeo, ¿a quién le podían importar esos detalles? Se trataba de aprovechar el tirón de la serie televisiva con Roger Moore y no romperse más la cabeza.
Para los buenos aficionados, pese a todo, la colección no dejó de suponer un pequeño tesoro que nos permitía acceder a un material poco visto por aquí y que contaba entre sus dibujantes con firmas tan solventes como Mike Roy, John Spranger y Doug Wildey.
Como ya digo, la editorial no se molestaba en acreditar autores, y tampoco me atrevo a hacerlo yo. No sé quién dibujó esta aventura, y ni siquiera es muy fiable que la escribiera el propio Charteris en persona personalmente (que diría el agente Catarella en "Il Commissario Montalbano", serie italiana policiaca que, entre paréntesis, recomiendo encarecidamente). Y nada más, pasemos a la acción.
