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sábado, 31 de marzo de 2018

Un texto de Pacho Fernández Larrondo

   

Cuarenta años de censura infantil

    
Pacho Fernández Larrondo es uno de los pioneros en la lucha por la dignificación de la historieta como parte importante de la cultura popular. Su nombre está asociado a la aventura de Bang!, histórica cabecera dedicada al estudio y divulgación del medio, y en otras publicaciones de similar empeño. 
Recogemos hoy en el blog un breve artículo en el que Fernández Larrondo hace un recorrido por varios aspectos de la acción de la censura sobre los tebeos y de la manipulación y publicidad que se cebaron en la industria de la viñeta. El texto apareció en junio de 1976 en la revista Ciudadano, publicación nacida en los últimos años de la dictadura para el análisis y la denuncia de fraudes comerciales, industriales o culturales y en defensa del consumidor.
Son apenas ocho páginas, pero su lectura todavía resulta sabrosa.
    





viernes, 30 de marzo de 2018

Grandes figuras del humor gráfico español

  

Juan Carlos Eguillor

  
Un breve apunte hoy para recordar a un autor de acusada personalidad. Juan Carlos Eguillor fue un artista de variados recursos, pintor, grabador, ilustrador y creador de una selecta colección de historietas en varias series, de difusión regional en su País Vasco natal algunas y otras aparecidas en publicaciones nacionales.
Algunos de sus personajes marcaron la memoria de sus lectores, como la simpar Abuelita que durante muchos meses abrió la puerta del Pequeño País desde la portada, pasando después a cerrarla durante otra buena temporada cuando se trasladó a la última página. Otros tuvieron una vida más recogida, pero sin dejar por ello de llegar a sus lectores con el mismo atractivo, algunos publicados en lengua vernácula, como Krisket eta Popolo, y otros en castellano, entre los que destacaron los Potolos, que sucedieron a la Abuelita en las páginas del suplemento de El País, o Mari Aguirre, que, nacida en El Correo Español/El Pueblo Vasco en 1968, reapareció tras unos años de silencio en el mismo diario, que para entonces había perdido en su título la referencia al pueblo español, y más adelante en Egin y, finalmente, de nuevo en El Correo.
Eguillor fue el ilustrador de una buena cantidad de obras de autores que iban desde García Lorca a Carmen Martín Gaite, y se le considera uno de los pioneros españoles en el videoarte, con su obra Menina, de finales de los años ochenta.
Para esta entrada he preparado unas cuantas páginas de sus series en el Pequeño País y una curiosa historieta corta de tres páginas publicada en el número 489 de la revista Triunfo, un extra dedicado a la ciencia ficción.

LOS CUENTOS DE LA ABUELITA







POTOLOS







EL MUSEO EQUIVOCADO


jueves, 29 de marzo de 2018

Novelas gráficas de ciencia ficción


Rutas del espacio

Hazañas bélicas siderales

   
Traigo hoy al blog un tebeo que adapta una novela del prolífico Peter Kapra, firma tras la que se escondía el escritor y guionista Pedro Guirao Hernández, con dibujos sin firma que según Wikipedia parecen ser obra de José Gual. 
El ejemplar cuyas páginas he escaneado para esta entrada es el primer número de la colección Rutas del Espacio, de la editorial Ferma, en una edición especial para la campaña publicitaria del detergente Hada. En una entrada anterior presenté otro tebeo, aquel de Bruguera, que también formó parte de esa campaña. Nunca había oído hablar del tal detergente, y no es extraño: me han informado de que nunca se vendió en España, ya que se trataba de un producto argentino, y a Argentina se enviaban desde Barcelona los tebeos de varias editoriales con la contraportada nueva y la portada retocada.
Curiosamente, aunque en la portada de estos tebeos se mantenía el cartel que anunciaba una novela completa de texto además de la versión en viñetas, el contenido del cuaderno obsequiado por Hada se limitaba a las 64 páginas de la historieta. No he podido consultar ningún número de la colección original, por lo que no puedo asegurar que para la edición publicitaria se suprimiera la novela de texto, porque en portada figuraba siempre el rótulo "64 páginas", y esa es la paginación de la historieta, lo que no dejaba lugar para la versión literaria. Otro misterio de la edición de tebeos en España.