El Corsario Sin Rostro #20

   

El barco negrero

      

Ha pasado mucho tiempo desde que dejamos al valiente corsario enzarzado en su eterna lucha contra los piratas. Vuelve hoy a nuestro rincón dedicado a la memoria frívola, con un nuevo episodio dibujado hace casi sesenta años con su energía habitual por el gran Manuel Gago (si nuestras cuentas no fallan, la colección arrancó en diciembre de 1959). Como en toda su obra, en El Corsario Sin Rostro nos dejó Gago una clara muestra de las posibilidades y virtudes del tebeo de aventuras, así como de las limitaciones y defectos de un producto artesano que nacía sin otra intención que ofrecer a los lectores un buen rato de entretenimiento. Su revisión actual exige, indudablemente, tener en cuenta las circunstancias del tiempo en que nació y de la industria que lo producía.
     

Álbumes de cromos 28

Jim Henson's Fraggle Rock

   

Un álbum de cromos que podían verse en la tele

      

Videocromos correspondientes
a la doble página de la cabecera.

La venta de series televisivas primero en vídeo y más tarde en DVD y Blue Ray es un fenómeno ya asentado que parece ir decayendo con los nuevos sistemas de suscripción de contenidos televisivos. A principios de siglo el disco compacto iba sustituyendo rápidamente a las cintas, más frágiles e incómodas y que no gozaban de las posibilidades que los deuvedés ofrecían (versión original o doblada, contenidos adicionales...). Las series infantiles y de dibujos animados eran de las más solicitadas, y para su difusión las distribuidoras ensayaron diversos métodos. Círculo Digital publicó en 2006 un álbum de "cromodiscos" en el que presentaba los 24 episodios de la primera temporada de Los Fraguel (Fraggle Rock) en minideuvedés que se distribuían semana a semana y que se encajaban en el álbum a modo de cromos. Cada disco contenía un episodio completo, y su colocación en el álbum era caprichosa, no respetando el orden de emisión, que figuraba en la carátula del disco. El texto de cada cromo quedaba oculto y sólo podía leerse retirando el deuvedé.
El álbum, a todo color y en cartulina estucada, resultaba una publicación muy vistosa. Para el padre (en mi caso, el abuelo), ir comprando cada semana los cromos y colocándolos en sus páginas correspondientes era una gozosa actividad, y a los niños, como suele suceder, les tocaba conformarse con ver disfrutar a su abuelo, echar una mirada al álbum, con mucho cuidado, no fuera a ser, y, eso sí, gozar con los maravillosos episodios que repetían una y otra vez.
Sin más, echemos una ojeada a este bonito álbum.
   

Los peluches de Jim Henson dibujados por Marie Severin

   

Los Fraguel

Y además, los Muppet Babies

      

De las series que Jim Henson creó para la televisión, Fraggle Rock fue mi preferida, aunque cuando llegó a TVE, con el título de Los Fraguel, ya éramos todos fervientes admiradores de la rana Gustavo, la cerdita Piggy, Epi y Blas, el monstruo de las galletas y todos y cada uno de los encantadores personajes a los que Henson había ido dando vida antes. Quizá mi preferencia se deba a que las historias de los Fraguel estaban narradas en forma de aventuras mientras Barrio Sésamo y Los Teleñecos eran shows compuestos de gags de trasfondo formal y educativo y canciones. Sea como sea, el caso es que cuando Forum, el departamento editorial de Planeta-DeAgostini dedicado al cómic, comenzó a publicar en 1986 una colección de cuadernos en formato vertical (comic books) de treinta y seis páginas en color con las historietas de mis queridos Fraguel no dudé en encargar en mi quiosco que me los guardaran sin falta. Desgraciadamente, la colección sólo alcanzó la media docena de números, que guardo entre mis tesoros.
Cada cuaderno incluía un episodio completo de Los Fraguel, y completaban la paginación Los Muppet Babies, personajes que no eran sino Gustavo (que en las historietas conservaba su nombre original, Kermitt), Piggy y sus amigos, convertidos en bebés de una guardería. Cada historia de los pequeños Muppets se entregaba, dividida en dos partes, en dos números de la colección. 
El dibujo de aquellas historietas era obra de Marie Severin, una gran artista estadounidense, hermana de John Severin y tan hábil dibujante como él. Los guiones los escribió Stan Kay y la traducción fue de Luis Vigil.
Aquí está el primero de los seis cuadernos de la colección tal como se publicó. Si no hay inconveniente, iré subiendo los otros cinco poco a poco.