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domingo, 6 de octubre de 2019

Artistas del espanto

Angelo Torres

 
Hace ya dos años que comencé a recuperar algunos relatos de horror publicados en diferentes cabeceras españolas que traducían material producido en Estados Unidos por la factoría Warren. Retomo aquel empeño desenterrando de la revista Vampus (versión española de la americana Creepy editada por Ibero Mundial de Ediciones en sus primeros números y continuada luego por Garbo) una serie de trabajos de Angelo Torres, fecundo dibujante puertorriqueño que colaboró asiduamente en el magacine humorístico Mad, pero a quien no le dolían prendas cuando se trataba de llevar a la página estremecedoras historias, que iluminaba con su limpio y atractivo estilo. Procedamos, pues, a visitar la cara oscura de Angelo Torres.

Para empezar, un relato que apareció en el número 4 de Vampus, cuya conclusión suponía un emocionante recuerdo para el buen Tío Vampus. El guión era de Archie Goodwin, autor que escribió muchas de las historias que Torres llevaba a la página.
    

  



La fórmula de Creepy de suavizar la dureza de las tramas con un gag final parece emular a Alfred Hitchcock, que empleaba en su serie televisiva estos guiños de humor. En España, Chicho Ibáñez Serrador adoptó el mismo sistema en sus Historias para no dormir.

El segundo relato que traigo hoy, también escrito por Archie Goodwin, ocupaba las últimas páginas del número 5 de la revista de IMDE.
   



  
En el número 6 del magazine, Torres se encargaba de la sección Archivo científico de Vampus, que ocupaba la retiración de la portada, en blanco y negro. No se acreditaba guionista, probablemente Archie Goodwin.
   
        
Sigue a continuación la historia que abría el número 7 de Vampus, en la que el dibujo de Torres realza un guión firmado al alimón por Goodwin y Roy G. Krenkel.
   



   
Otra historia escrita por Archie Goodwin viene ahora desde el número 8 de Vampus. En un ambiente colonial heredero de Kipling se desata un drama que le permite a Torres lucirse con unas apreciables viñetas ilustradas con hermosos sombreados.
    



    
El número 9 de Vampus también contó con otra historia de Archie Goodwin con dibujo de nuestro artista de hoy. Un caso de diferencias matrimoniales resueltas de forma expeditiva. Los toques de humor del Tío Vampus me resultan en este episodio algo cargantes, no me gusta que se interrumpa el relato con comentarios supuestamente graciosos. Sea como sea, otro eficaz trabajo de Goodwin y Torres.
    



    
El siguiente espanto, un inquietante relato naval, se publicó en el número 10 de la colección:
       



    
La última aportación de Angelo Torres a la revista de horror de IMDE apareció en el número 22, y con ella terminamos por hoy. Quizá vuelvan las páginas de Vampus a ofrecernos nuevos temas a no tardar mucho. Mientras tanto, aquí queda esta muestra del talante terrorífico de un dibujante dedicado en otros momentos al humor.
   



2 comentarios:

  1. Las tengo casi todas en el idioma original..., gracias sobre todo a la generosidad del gran Forrest Ackerman que, sin conocerme personalmente, tuvo la bondad de obsequiarme una cantidad de números de "Creepy" en los años 70...

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    1. Lo dice por dar envidia, Charles, ¿verdad? Porque la da, vaya que sí.

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