El Oeste a la española: Jordi Buxadé
Jim Huracán
1. "Una herencia peligrosa"
Desde sus primeros trabajos, Jordi Buxadé se mantuvo fiel al western, uno de los pilares del tebeo español, que sólo abandonó en alguna serie humorística. Jim Huracán, colección de Toray publicada en 1960, fue su aportación al cuaderno de aventuras, el rey del quiosco en los años cuarenta y cincuenta, que ya comenzaba a dar muestras de decadencia.
Iniciada con los elementos más habituales del género, no tardó en derivar hacia un tipo de relatos más cercanos a la fantasía desatada, sin abandonar los territorios del western. Sobre guiones de Eugenio Sotillos hasta el número 38, y de M. Bañolas hasta el final de la colección, Buxadé dibujó, cada vez con mayor soltura y desenfado (salvo en unos cuantos números en los que le sustituyó César López), una saga que se mantuvo en un buen puesto entre las preferencias de los aficionados durante el año que duró su publicación.
La relectura de estos tebeos que tenía olvidados desde los años sesenta me ha deparado momentos muy agradables. Supongo que habrá otros viejos lectores que los recuerden con cariño y agradezcan poder volver a verlos.
Iniciada con los elementos más habituales del género, no tardó en derivar hacia un tipo de relatos más cercanos a la fantasía desatada, sin abandonar los territorios del western. Sobre guiones de Eugenio Sotillos hasta el número 38, y de M. Bañolas hasta el final de la colección, Buxadé dibujó, cada vez con mayor soltura y desenfado (salvo en unos cuantos números en los que le sustituyó César López), una saga que se mantuvo en un buen puesto entre las preferencias de los aficionados durante el año que duró su publicación.
La relectura de estos tebeos que tenía olvidados desde los años sesenta me ha deparado momentos muy agradables. Supongo que habrá otros viejos lectores que los recuerden con cariño y agradezcan poder volver a verlos.
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