Galería de historietistas españoles
Florenci Clavé
Continúo con mi proyecto de ir recuperando autores poco recordados. Hoy traigo a la palestra a Florenci Clavé, dibujante que desarrolló la mayor parte de su obra en el extranjero, principalmente en Francia.
Trasladado a París a mediados de los sesenta por motivos ideológicos, su trabajo era poco conocido en España hasta el final de la década siguiente. La editorial San Román tradujo en 1980 el álbum La bande à Bonnot, en el que Clavé ilustraba un guión de Christian Godard basado en las actuaciones de un grupo anarquista a principios del siglo XX.
Con una trama muy interesante y un dibujo espléndido de Clavé, la historia cojea, a mi entender, por un apresurado guión que avanza ininterrumpidamente sin dar apenas tiempo a asimilar la gran cantidad de detalles y personajes que se nos presentan, más en los textos que en la acción. Pese a ello, el libro se lee con interés, y, como ya digo, el dibujo de Clavé lo enriquece en gran medida.
Ideológicamente ambiguo, el guión de Godard no se priva de emitir juicios de valor que dan a la narración un cierto sesgo maniqueo. Creo que la historia hubiera tenido más fuerza si se dejara la función de juzgar al lector presentándole los hechos de un modo más aséptico. Al fin y al cabo, se habla de unos años convulsos en los que muchas veces la lucha en defensa de los derechos populares no encontraba otra vía que la violencia.
La galería de imágenes que Clavé presenta en este libro es espectacular, destacando el dibujo de automóviles y las visiones urbanas y de edificios retratados con todo detalle.
Trasladado a París a mediados de los sesenta por motivos ideológicos, su trabajo era poco conocido en España hasta el final de la década siguiente. La editorial San Román tradujo en 1980 el álbum La bande à Bonnot, en el que Clavé ilustraba un guión de Christian Godard basado en las actuaciones de un grupo anarquista a principios del siglo XX.
Con una trama muy interesante y un dibujo espléndido de Clavé, la historia cojea, a mi entender, por un apresurado guión que avanza ininterrumpidamente sin dar apenas tiempo a asimilar la gran cantidad de detalles y personajes que se nos presentan, más en los textos que en la acción. Pese a ello, el libro se lee con interés, y, como ya digo, el dibujo de Clavé lo enriquece en gran medida.
Ideológicamente ambiguo, el guión de Godard no se priva de emitir juicios de valor que dan a la narración un cierto sesgo maniqueo. Creo que la historia hubiera tenido más fuerza si se dejara la función de juzgar al lector presentándole los hechos de un modo más aséptico. Al fin y al cabo, se habla de unos años convulsos en los que muchas veces la lucha en defensa de los derechos populares no encontraba otra vía que la violencia.
La galería de imágenes que Clavé presenta en este libro es espectacular, destacando el dibujo de automóviles y las visiones urbanas y de edificios retratados con todo detalle.
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