Las ilustraciones de Stuart Tresilian para Enid Blyton
Aventura en la isla
Primer episodio de la serie 'Aventura'
Imagen de cubierta de la edición de Thames (1958), con nueva ilustración de Tresilian. |
Cuando descubrí a Enid Blyton yo debía tener ocho o nueve años. Alguien me regaló Aventura en el barco, el sexto libro de la serie que recogía, en ocho partes, las odiseas de dos parejas de hermanos, Jorge y Dolly Mannering y Jack y Lucy Trent, niños como nosotros, pero habitantes de un mundo tan diferente del nuestro... Su libertad, su capacidad de organizar su vida y enfrentarse al mundo adulto sin temor, su costumbre de meterse en los más peligrosos líos y salir de ellos con sus propios medios, además de su superior nivel económico, convertían a aquellos heroicos jovencitos en un modelo inalcanzable para nosotros. Fui consiguiendo luego los otros siete libros, y aunque todos me gustaron, es el del barco el que siempre he preferido. He tenido que reponer algunos que fui perdiendo con los años, y creo que ya no me queda ninguno de aquellas primeras ediciones.
Blyton era una escritora competente capaz de elaborar historias que arrasaban entre la juventud, y sus libros contaron además con ilustraciones que los hacían altamente deseables. En el caso de la serie Aventura, el artista escogido para iluminar las páginas con su pincel fue Stuart Tresilian [Cecil Stuart (o Stewart) Hazell Tresilian], un dotado dibujante inglés que había ilustrado obras de Rudyard Kipling (sus dibujos para El libro de la selva crearon la imagen de Mowgly) y otros grandes autores. Su trabajo en los libros de Blyton contribuye a mantener la atención del lector e involucrarse en el relato.
Ilustración de cubierta de Pablo Ramírez para la primera edición de Molino |
En este libro asistimos al primer encuentro de los hermanos Mannering con los Trent, y, como ocurriría después en todos los números de la serie, les acompañaremos en sus vacaciones veraniegas, que una y otra vez se convertían en peligrosas peripecias. Leído ahora, el lenguaje de los niños resulta bastante repipi; la trama, increíble y poco real; los personajes, arquetípicos y acartonados... pero la lectura sigue siendo atractiva, al menos para este friqui avant la lettre. Y no debemos olvidar que el libro se publicó cuando la Segunda Guerra Mundial acababa casi de terminar.
Sigo preparando los otros números de la serie, espero que puedan interesar a quienes quieran recordar aquellas lecturas, y quizá también llame la atención de generaciones para quienes Blyton sólo suena por su serie más conocida, Los cinco, que yo siempre consideré inferior.
Cubierta de una edición de Molino ilustrada por Noiquet. |
Repasando con cuidado la entrada he advertido que había cometido varios errores y plasmado alguna afirmación falsa. Tenía la idea de que Noiquet había sido el autor original de las imágenes de portada de la colección, pero en realidad fue Pablo Ramírez, otro extraordinario ilustrador, el encargado de adaptar las portadas de Tresilian al gusto hispano en los años cincuenta, sustituyéndole Noiquet en las reediciones. He añadido una imagen de la cubierta desplegada de la primera edición del libro y corregido esos errores. Ahora está mejor.
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