Guido Buzzelli: reflejos tras el apocalipsis
Los laberintos (I)
Mediados los años setenta, a las generaciones que no habían vivido las guerras mundiales y apenas recordaban la de Corea les costaba aceptar la existencia de la guerra fría, que mantenia sobre el mundo la amenaza de la catástrofe nuclear. A uno y otro lado del telón de acero los jóvenes se revolvían contra una situación que tras el Mayo del 68 parecía imprescindible cambiar. Proliferaron en aquellos años los relatos sobre los efectos de una guerra atómica, dando lugar a un verdadero género nuevo, el posapocalíptico. En la gran pantalla vimos a Gregory Peck, Fred Astaire, Tony Perkins y Ava Gardner vivir La hora final, a Mel Gibson atravesanado desiertos desolados en la serie de cintas de Mad Max... Y el cómic no se quedó atrás, fueron muchos los autores que tomaron como tema el mundo arrasado por la catástrofe, baste recordar al Jeremiah de Hermann o al Hombre, de Ortiz...
En este tiempo en que la pandemia ha llevado al género humano a una situación que recuerda la angustia de ficciones de ese tipo, traigo al blog un inquietante relato del autor italiano Guido Buzzelli, un dibujante que me atrae y un narrador potente que se asoma en esta historieta a un mundo desolado tras una explosión aparentemente atómica de la que no se nos dan detalles en el que un superviviente vivirá una kafkiana pesadilla...
Pero la ficción de Buzzelli no se queda en la anécdota, no busca explicaciones ni se limita a la denuncia de la locura de naciones que gastan gran parte de su riqueza nacional en la creación de artefactos terribles capaces de acabar varias veces con toda la vida sobre la Tierra. La historia de Buzzelli funciona como un espejo que refleja la sociedad enloquecida en la que vivimos sin apenas darnos cuenta.
En este tiempo en que la pandemia ha llevado al género humano a una situación que recuerda la angustia de ficciones de ese tipo, traigo al blog un inquietante relato del autor italiano Guido Buzzelli, un dibujante que me atrae y un narrador potente que se asoma en esta historieta a un mundo desolado tras una explosión aparentemente atómica de la que no se nos dan detalles en el que un superviviente vivirá una kafkiana pesadilla...
Pero la ficción de Buzzelli no se queda en la anécdota, no busca explicaciones ni se limita a la denuncia de la locura de naciones que gastan gran parte de su riqueza nacional en la creación de artefactos terribles capaces de acabar varias veces con toda la vida sobre la Tierra. La historia de Buzzelli funciona como un espejo que refleja la sociedad enloquecida en la que vivimos sin apenas darnos cuenta.
El libro del que extraigo las imágenes lo publicó a finales de los años setenta la editorial Tres Catorce Diecisiete, de la que sólo conozco otro libro del estupendo autor gallego Xaquín Marín, publicado en la misma colección. Dada la extensión del relato, lo divido en dos entradas. Si no ocurre nada imprevisto, en un par de días pondré en el blog la segunda, con el final de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario