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jueves, 30 de agosto de 2018

Insignes forasteros en los tebeos españoles (I)

George Martin

    

He de confesarlo, para mí sólo existía un George Martin: el excelso productor musical británico responsable de los arreglos de los Beatles (no sé si he dicho alguna vez que en mi escala de valores hay un primer puesto inamovible ocupado por los cuatro melenudos de Liverpool). No he de explicar, por tanto, mi sorpresa cuando una búsqueda en la red del nombre del músico inglés me devuelve cientos de simpáticas imágenes de un hombrecillo barbudo y gordinflón. Parece ser que se trata de un tal George R. R. Martin, que resulta que es el autor de las novelas de la serie Canción de hielo y fuego, de la que algún día tendré que hablar aquí, ya que he disfrutado de su lectura mucho más que luego con la visión de la respetable serie televisiva en que ha derivado finalmente, y ese tal Martin es mucho más mediático que el quinto beatle, como suelen decir los gacetilleros cursis cuando quieren dárselas de puestos.
[Entre paréntesis, sería curioso constatar cuántos "quintos beatles" existen para esos gacetilleros, desde Brian Epstein y los iniciales miembros del grupo Pete Best y Stuart Sutcliffe hasta Jimmy Nicol y Billy Preston].

De modo que, como cabía esperar, un pintamonas que compartía su nombre con estas potencias digitálicas es casi imposible de localizar en el mundo virtual. Finalmente he tenido que hacer lo que debiera haber sido mi primer paso, y en el Gran Catálogo de Tebeosfera he encontrado alguna información y una humilde fotografía del George Martin al que se refería mi búsqueda, un dibujante británico que limitaba su firma al apellido, autor de una prolífica cosecha de tiras y páginas humorísticas y que es uno de los muchos historietistas foráneos que ocuparon un lugar de honor en las páginas de las revistas y tebeos españoles. La fotografía citada figura a la izquierda.
De Martin no he conseguido encontrar, no obstante, más que una serie publicada en nuestro país: Bunion, protagonizada por uno de esos hombrecitos que tanto juego han dado en la historieta, pero el dibujante británico fue autor también de otras series de muy buena pinta, como Greedy Pigg o la que protagoniza el pequeño reyecito Gussie.
   

   
A mediados de los años cincuenta, en la revista de Bruguera Selecciones de humor de El DDT, fue cuando comenzó a publicarse en España Bunion, primero en tiras sin título o con títulos diferentes. Aquí va una buena muestra de aquellas historietas.

  


















   

Cuando el suplemento de El DDT llevaba ya medio centenar  de números publicados alguien decidió rebautizar al bueno de Bunion, que pasó a ser desde entonces Telémaco.
    















    
Pero no fue éste el nombre con el que definitivamente se conocería al personaje martiniano en España. Bruguera, editorial responsable de su primer bautizo en castellano, cuando se adueñó de Tío Vivo, la revista que Giner, Escobar, Peñarroya, Cifré y Conti habían creado al abandonar la nave brugueriana en intrépido gesto de rebeldía, echó mano de nuevo de la serie de Martin, cambiando otra vez el nombre del hombrecillo, que se convirtió en Fulanítez, apelativo con el que seguro que es más recordado por los lectores de tebeos. 
    






    
En 1970, Producciones Plan, un sello editorial que publicaba en Francia cómics bélicos y eróticos, lanzó desde Guipúzcoa, entre otras publicaciones de temas más comprometidos en aquel momento como las dedicadas a relatos de la guerra civil, algunas traducciones de cómics franco-belgas, varios libros de temática infantil y una colección de al menos dos números dedicada a nuestro autor: una recopilación de historietas de Bunion en el primero y un conjunto de tiras de otra serie de Martin, Stimey, en el otro.
Creo que la de George Martin es una firma que merecía este pequeño recuerdo, y espero que no caiga en saco roto y haya quien lo disfrute.

2 comentarios:

  1. No conocía este blog y lo he descubierto de casualidad.
    Está muy bien.

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    1. Con este blog no pretendo otra cosa que dar a conocer y compartir mis aficiones sin presumir de erudición ni buscar lucro de ninguna clase. Me alegra que le guste. Gracias por su visita y su amabilidad, yo tampoco conocía su página (internet es un océano demasiado extenso y yo procuro no engolfarme demasiado, los días sólo tienen veinticuatro horas), me parece mucho mejor organizada y llena de información de interés, no me la perderé.

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