Rambla: Especial Cómics USA-1
Una mirada a la prensa americana de los ochenta
A mediados de los años ochenta el mundo del cómic español se debatía ardorosamente en la duda entre la línea clara y el cómic adulto, mientras otros se inclinaban por el feísmo, que llegó a constituir la tercera facción, la línea chunga... Embarcados como estábamos entonces en el sueño del "boom" (que no tardó demasiado en demostrarnos que se trataba de un sueño, realmente, pero no de una realidad, pues la industria del tebeo llevaba ya muchos años en la cuesta abajo), parecía el momento de perder el tiempo en aquellos estériles asuntos.
Si la línea clara seguía las enseñanzas de la bande déssinée franco-belga, los defensores del "cómic adulto" tenían como uno de sus modelos e ideales el cómic de prensa estadounidense, tanto el de aventuras como el romántico o el humorístico. La revista Rambla publicó en 1985 un extraordinario en el que, además de reproducir dos de los más emocionantes episodios de la serie de Milton Caniff Terry, hacía un repaso a las tiras cómicas más destacadas del momento.
Desgraciadamente, esas tiras no eran conocidas en España, y con pocas excepciones, siguen siendo inéditas por aquí.
Aquel extra, dirigido por Luis García, con la asesoría de Javier Coma y textos de Coma y Aquiles Stampa, quedó como un intento frustrado de acercar a los lectores españoles lo que entonces era la vanguardia del humor en viñetas estadounidense.
Si la línea clara seguía las enseñanzas de la bande déssinée franco-belga, los defensores del "cómic adulto" tenían como uno de sus modelos e ideales el cómic de prensa estadounidense, tanto el de aventuras como el romántico o el humorístico. La revista Rambla publicó en 1985 un extraordinario en el que, además de reproducir dos de los más emocionantes episodios de la serie de Milton Caniff Terry, hacía un repaso a las tiras cómicas más destacadas del momento.
Desgraciadamente, esas tiras no eran conocidas en España, y con pocas excepciones, siguen siendo inéditas por aquí.
Aquel extra, dirigido por Luis García, con la asesoría de Javier Coma y textos de Coma y Aquiles Stampa, quedó como un intento frustrado de acercar a los lectores españoles lo que entonces era la vanguardia del humor en viñetas estadounidense.
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