Martín Salvador: dibujando la aventura
Fulgor, el rebelde
Las aventuras de capa y espada fueron uno de los géneros preferidos durante muchos años por los lectores de historietas. En el tebeo como en el cine y la novela, los hábiles espadachines se contaban entre los héroes favoritos de los aficionados: Dartagnan, Scaramouche, el Jorobado, Lagardère, Pierre Drumont... La localización en Francia en la época de los últimos Luises parecía obligatoria, y cuando a principios de los años sesenta Toray decidió publicar una serie de espadachines no podía hacer otra cosa que situar la acción allende los Pirineos.
El resultado fue una serie de veinte episodios que se publicaron en una revista quincenal que llevó el nombre del protagonista de la historia, Fulgor, un enmascarado que ocultaba la personalidad del aristócrata Raúl Clavensy en su lucha a favor de los desfavorecidos de aquel régimen tiránico...
El dibujante elegido para llevar adelante el proyecto fue Santiago Martín Salvador, experimentado dibujante ducho en el arte de dibujar la aventura. Había dudado en señalar a Martín Salvador como autor confirmado, aunque todas las fuentes están de acuerdo en que el trabajo es suyo, hasta que en el número 2 de la colección he encontrado una viñeta con su firma, y otra en el número 7. Tampoco el guionista se acredita, salvo en el último número, que lleva la firma de M. Bañolas. No es posible asegurar que Bañolas escribiera toda la historia, pero parece lógico pensar que no se limitara a ese último número, ya que la trama fluía de un número al siguiente sin solución de continuidad.
La aventura se dividió en episodios de ocho páginas, impresas alternativamente en blanco y negro y en bicolor rojo y negro en los primeros números; se imprimieron en bicolor todas las páginas de los números 8 a 11, y en blanco y negro desde el número 12 al final.
Jaime Forns firmó las imágenes de portada desde el número 9 al 15 (salvo el 11), y Guinovart lo hizo con los números 18 y 20; las demás portadas son anónimas. Forns se responsabilizó además con su firma de los episodios publicados en los números 12, 14, 15 y 19, siendo el único dibujante que lo hizo en toda la colección.
Los avatares de esta cabecera, pues, no permiten que la consideremos una obra de autor, pero los episodios atribuidos a Martín Salvador muestran su capacidad para narrar la acción con soltura, y la historia se lee con agrado. Comienza aquí la aventura de Fulgor.
El resultado fue una serie de veinte episodios que se publicaron en una revista quincenal que llevó el nombre del protagonista de la historia, Fulgor, un enmascarado que ocultaba la personalidad del aristócrata Raúl Clavensy en su lucha a favor de los desfavorecidos de aquel régimen tiránico...
El dibujante elegido para llevar adelante el proyecto fue Santiago Martín Salvador, experimentado dibujante ducho en el arte de dibujar la aventura. Había dudado en señalar a Martín Salvador como autor confirmado, aunque todas las fuentes están de acuerdo en que el trabajo es suyo, hasta que en el número 2 de la colección he encontrado una viñeta con su firma, y otra en el número 7. Tampoco el guionista se acredita, salvo en el último número, que lleva la firma de M. Bañolas. No es posible asegurar que Bañolas escribiera toda la historia, pero parece lógico pensar que no se limitara a ese último número, ya que la trama fluía de un número al siguiente sin solución de continuidad.
La aventura se dividió en episodios de ocho páginas, impresas alternativamente en blanco y negro y en bicolor rojo y negro en los primeros números; se imprimieron en bicolor todas las páginas de los números 8 a 11, y en blanco y negro desde el número 12 al final.
Jaime Forns firmó las imágenes de portada desde el número 9 al 15 (salvo el 11), y Guinovart lo hizo con los números 18 y 20; las demás portadas son anónimas. Forns se responsabilizó además con su firma de los episodios publicados en los números 12, 14, 15 y 19, siendo el único dibujante que lo hizo en toda la colección.
Los avatares de esta cabecera, pues, no permiten que la consideremos una obra de autor, pero los episodios atribuidos a Martín Salvador muestran su capacidad para narrar la acción con soltura, y la historia se lee con agrado. Comienza aquí la aventura de Fulgor.
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