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lunes, 1 de enero de 2018

La primera historieta misteriosa del año

¡Caos! La Tierra en tinieblas

Una serie británica posapocalíptica
que no consigo identificar

   
Editorial Valenciana decidió aprovechar el éxito de una de sus más importantes colecciones, Roberto Alcázar y Pedrín, al modo en que Bruguera había hecho con Trueno y El Jabato, lanzando una revista que incluía en cada número una aventura completa de siete páginas de los intrépidos héroes de Vañó y otras dos de cuatro páginas cada una con otros protagonistas o sin protagonismo fijo.
En algún caso, una de las historietas de acompañamiento, en lugar de limitarse a las cuatro páginas correspondientes, se convirtió en una serie que continuaba de número en número. Es el caso de la que hoy nos ocupa, una historia de ciencia ficción posapocalíptica publicada en los números 21 a 28 de la colección. El estilo del dibujo, los personajes y el escenario de la historia hacen suponer que se trata de un serial procedente de las revistas británicas, pero no hay el menor indicio de los autores ni de la publicación donde apareció originalmente.
La trama no es demasiado brillante y los recursos narrativos son más bien pobres, aunque confieso que a mí el estilo del dibujante me agrada. El planteamiento inicial prometía más de lo que finalmente resultó. La idea de la vuelta al estado salvaje de la población por la desaparición absoluta del fluido eléctrico debía haberse resuelto de un modo más realista, por pasos, paulatinamente, pero la acción se despeña violentamente sin apenas justificación, la civilización desaparece en un abrir y cerrar de ojos, la autoridad se evapora,  las fuerzas del orden no existen, los ciudadanos abandonan las ciudades, nacen líderes espontáneos que se alzan con el poder y lo pierden con un simple cambio de porrazos...
Esto dicho, queda claro que no considero esta historieta un hito en el arte del cómic, pero creo que es un curioso ejemplo de un tipo de relato catastrofista que se repitió en distintos tonos durante la guerra fría, con las referencias a los ensayos nucleares como motivo del desastre y con la contraposición entre la masa salvaje y el héroe íntegro y de una pieza.
Aquí están las treinta y dos páginas de la historieta para que quien esté interesado pueda juzgar. Supongo que no seré el único chalado al que estas historias le gustan.
Y queda la esperanza de que, con algo de suerte, aparezca algún experto en el tema que pueda identificar la serie y darnos a conocer a los autores y los datos de su publicación original.  























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