Cromos sin álbum 2

Un caballero andante, un pintor
y una tableta de chocolate

   

El Quijote de Segrelles (I)

     

Desde hoy hasta el próximo miércoles recuperaremos en el blog otro capítulo de la aventura de mi ya desinflada burbuja. Aquella frustrada bitácora dedicó cinco de sus entradas a reproducir la colección de cromos del Quijote ilustrados por José Segrelles que los Chocolates Amatller obsequiaban allá por los años treinta del pasado siglo a sus clientes. Comienza aquí de nuevo, pues, la odisea del ingenioso hidalgo de Cervantes, uno de los mejores recuerdos atesorados no sólo en la memoria frívola, sino en el más profundo rincón del corazón.

Como de costumbre, tras las imágenes reproduzco el texto con el que intenté presentarlas en el blog extinto.

"¡Hoy como ayer, Chocolates Amatller!"

Seguro que todavía son muchos los que aún recuerdan los ripios que anunciaban el dulce producto en las emisoras radiofónicas. Claro que para cuando yo llegué a este valle de lágrimas habían pasado ya dos largas y azarosas décadas desde los tiempos en que, envuelto en su papel de plata, el chocolate Amatller llegaba a las manos de los chavales acompañado de un tesoro escondido: los cromos de la colección del Quijote de Segrelles.

     José Segrelles, artista valenciano que alcanzó merecida y duradera fama dentro y fuera de nuestras fronteras, viajó por Inglaterra, Italia y Estados Unidos, viviendo y trabajando muchos años en el gran país americano, donde su trabajo fue muy apreciado.

     Lo que a nosotros nos interesa ahora de la vasta obra del prolífico artista es su tarea como ilustrador: de las varias colecciones de estampas que realizó, una de las más celebradas es esta del héroe cervantino, compuesta por ochenta cromos de maravilloso colorido y hermosa composición. Aquí están los veinte primeros. Pulsando sobre las imágenes podréis verlas en un tamaño un poco más grande y leer los textos del dorso de los cromos.

[Publicado originalmente el 15 de julio de 2009 en La Burbuja de Alejandro]