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viernes, 7 de junio de 2019

Jean-Claude Forest y Jacques Tardi

   

Aqui Même

CAPÍTULO I
"El país cerrado"
   
El guionista francés Jean-Claude Forest alcanzó gran notoriedad a principios de los años sesenta con su serie Barbarella, una space opera en la que el erotismo era nota destacada. Como de tantas otras cosas, de aquella revolución a España sólo llegaban noticias lejanas; era inviable que alguien se atreviera a publicar una historia tan "fuerte", y no se editó.
Forest era algo más que un astuto aprovechador del morbo erótico, y sus historias iban más allá del desnudo y el atrevimiento. Entre sus trabajos posteriores se encuentra una de las obras más atractivas de la ciencia ficción europea, Los náufragos del tiempo, que creó junto a Paul Gillon, con quien escribió los guiones de los primeros cuatro álbumes, encargándose Gillon de continuar la serie en solitario.
Ejemplar empleado para esta entrada.
La narración gráfica que traigo hoy al blog, Ici Même en su título original, la escribió Forest para otro gran autor francés, Jacques Tardi, dibujante con un estilo muy definido y un mundo propio que le hace inconfundible. El relato que realizaron juntos se publicó seriado desde el primer número de la revista À Suivre, constituyendo una historia que puede considerarse, ésta sí, una verdadera novela gráfica por entregas, y he de confesar que para mí fue un descubrimiento. La insólita idea de la que parte la historieta (un país cerrado por murallas y puertas que sólo puede abrir y cerrar el protagonista, Arthur Même, que vive sobre los muros y acude a la llamada de las campanas de las puertas), da lugar a una serie de acontecimientos que avanzan lentamente hasta culminar en un desenlace de fuerte dramatismo. Sátira y crítica social y política, retrato de personajes y caracteres, una historia que no ha perdido vigencia y que se puede leer como el primer día. Yo, al menos, la he disfrutado de nuevo, y no dudo de que no seré el único.
Aqui Même lo publicó por primera vez en castellano la editorial Laertes en 1981, en un libro en rústica encuadernado con hojas encoladas y con unos márgenes escasísimos, lo que no se prestaba a un  escaneo fácil y me ha obligado a un buen lavado de cara de las páginas que quizá les reste algo del encanto de la época. Espero que pese a todo no se pierda el interés de la lectura.
Norma Editorial realizó una segunda edición en su colección BN, que no conozco y que quizá estuviera más cuidada.
Comenzamos, pues, con el primer capítulo:
 












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