Marino Benejam es uno de los grandes nombres del tebeo español.
La familia Ulises (en realidad, la familia de don Ulises Higueruelo) ha dejado un recuerdo imborrable en generaciones de lectores, y tampoco faltan quienes recuerdan con cariño al inefable cazador Eustaquio Morcillón y su compañero el negrito Babali, pero hoy quiero evocar aquí a otro personaje de Benejam que antecedió a sus dos grandes creaciones, Melitón Pérez, el silencioso hombrecillo del sombrero hongo que se mantuvo activo durante décadas, con sus cuatro viñetas semanales en las que se enfrentaba a situaciones de cualquier tipo casi sin alterar el semblante.
Melitón Perez se encuadra en esa especie de género que constituyen las historietas cortas de protagonista único, normalmente casi mudas, representadas en España por series como las de Conti
Don Pepe,
Don Eulalio y
Mi tío Magdaleno; la de Olmo
Don Celes, o el
Bunion de George Martin, que para nosotros fue más bien
Fulanítez, o incluso, aunque con ciertas diferencias, el
Don Ángel Siseñor de Vázquez. Es curioso que el tratamiento, usual en casi todas las series de este estilo, esté ausente en esta serie, cuyo protagonista nunca es llamado don Melitón.
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Añejo vocabulario mecánico: pana, avería. |
Acompañado a veces por un molesto perrito, Melitón Pérez resolvía cuantos problemas se le presentaban con una presencia de ánimo envidiable. En alguna de las viñetas es posible que el lector actual encuentre difícil entender términos que perdieron su vigencia hace muchas décadas. Es el caso del vocablo "pane" o "pana", herencia del francés
panne, avería, muy común en los primeros balbuceos del automovilismo pero que ya nadie emplea.
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Probablemente la primera historieta de la serie. |
La más antigua historieta de Melitón Pérez que he encontrado es la que apareció en el número 980 del
TBO, publicado en marzo de 1936, aunque es posible que haya alguna anterior, ya que es complicado consultar todos los números de una colección que es casi un incunable del tebeo. Reproduzco a la derecha aquella primera aparición del personaje de Benejam, que, naturalmente, tardaría todavía en alcanzar la imagen con la que acabó cuajando años después.
La serie se mantuvo durante el resto de la numeración de aquella primera etapa de la revista, que llegó hasta enero de 1939, con la guerra incivil cercana ya a su trágico final, y continuó en la época "intermedia", en la que la colección no se numeró y mostró en portada títulos distintos para eludir la prohibición de publicar revistas periódicas haciendo pasar cada número por una publicación monográfica (una de las muchas tretas a las que la burocracia obliga casi siempre al ciudadano). Y de nuevo en la bautizada como "segunda época" el bueno de don Melitón continuó sus avatares, encontrando por fin su apariencia definitiva y manteniendo su espíritu luchador y bienhumorado.
Sólo he hallado dos casos en los que se repitiera una historieta de la serie: en los números 1003 y 1004 de la primera época volvieron a publicarse las historietas aparecidas, respectivamente, en los números 987 y 995. Es lógico pensar que la razón fuera que Benejam no pudiera entregar a tiempo los dos episodios correspondientes y se optara por la repetición.
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Gag de Melitón Pérez repetido por Benejam con nuevo dibujo. |
Un caso diferente ocurrió con la historieta publicada originalmente en el número 989. En ella, Melitón Pérez intenta aprender a patinar, terminando por hacerse con un tacatá infantil para evitar las caídas. Aquel gag debió dejarle a Benejam buen sabor de boca, o quizá quedó poco satisfecho de su resolución, pues años después, ya en la segunda época de la revista, volvió a dibujar el mismo episodio, con viñetas casi idénticas, para el número 46, mostrando allí Melitón Pérez sus rasgos ya definitivos.
En esta entrega incluyo bastantes episodios de la primera época del
TBO y algunos más correspondientes a los ejemplares no numerados. Dejo para más adelante completar el repaso con historietas más modernas. Me gustaría pensar que hay muchos lectores del
TBO que disfrutarán recuperando las cotidianas peripecias de nuestro recordado personaje.
Me comenta Jordi Manzanares, reconocido experto en el `TBO´ y buen amigo, que la primera aparición de Melitón Pérez tuvo lugar en el número 963. No he conseguido consultar ese número, y en los posteriores que he encontrado nuestro hombrecillo no aparece hasta el 980. Quede constancia del dato. La ficha del personaje en Humoristan (http://humoristan.org/es/series/meliton-perez/) aporta más datos, entre otros la evidente semejanza con el clásico personaje sueco Adamson, de Oscar Jacobsson. Me corrige también Jordi, con toda razón, el nombre del auxiliar del cazador Eustaquio Morcillón, a quien tengo la mala costumbre de rebautizar como Babalú, cuando siempre fue Babali. He hecho en el texto la correspondiente corrección.
ResponderEliminarHola Alejandro. Estos días estoy trasteando en la Tebeosfera y he actualizado su ficha. Melitón Pérez apareció en el nº 979 de TBO, no en el 963.
ResponderEliminarGracias, Dionisio, queda anotado. El problema con revistas como TBO es la dificultad de revisar todos los números, tarea casi imposible en una publicación de tan prolongada vida y que vivió momentos tan complicados como una guerra civil.
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