Las autoras del neotebeo
La cuota femenina en Cairo (II)
Ana Miralles
Continuando con la revisión de las historietas publicadas en la recordada revista Cairo escritas o dibujadas por mujeres, llegamos hoy a la única firma femenina de la que no dejé muestras en la entrada anterior.
La espléndida dibujante madrileña Ana Miralles, la autora a la que me refiero, había conseguido ya el reconocimiento de los aficionados cuando llegó a la revista de Norma, tras sus inicios en el cómic underground y su participación en la exposición promovida por el programa de Radio 3 Rock, cómics y otros rollos (a la que nos referimos ya al hablar de Marilú Blasco), que le permitió ver publicada una historieta en Rambla, y a partir de ahí empezar a publicar con continuidad, destacando sus trabajos para la revista Madriz.
La dibujante presentó en Cairo tan sólo una obra, la serie de cinco capítulos Marruecos, mon amour, sobre un guión de Antonio Segura, un relato que en el moderno vocabulario quizá debería conocerse como "novela gráfica por entregas". El dibujo de Ana Miralles resulta limpio, eficaz y adecuado al tema.
Aunque la lectura por entregas tiene su encanto, he preferido poner los cinco capítulos de una sola vez y ahorrar al lector la impaciente espera.
La espléndida dibujante madrileña Ana Miralles, la autora a la que me refiero, había conseguido ya el reconocimiento de los aficionados cuando llegó a la revista de Norma, tras sus inicios en el cómic underground y su participación en la exposición promovida por el programa de Radio 3 Rock, cómics y otros rollos (a la que nos referimos ya al hablar de Marilú Blasco), que le permitió ver publicada una historieta en Rambla, y a partir de ahí empezar a publicar con continuidad, destacando sus trabajos para la revista Madriz.
La dibujante presentó en Cairo tan sólo una obra, la serie de cinco capítulos Marruecos, mon amour, sobre un guión de Antonio Segura, un relato que en el moderno vocabulario quizá debería conocerse como "novela gráfica por entregas". El dibujo de Ana Miralles resulta limpio, eficaz y adecuado al tema.
Aunque la lectura por entregas tiene su encanto, he preferido poner los cinco capítulos de una sola vez y ahorrar al lector la impaciente espera.
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