TEBEOS INFANTILES
PUMBY, EL GATITO FELIZ
La gruta maravillosa
En este tiempo, cuando se presenta la "novela gráfica" como un medio de expresión "nuevo" que va a permitir por fin a las narraciones dibujadas alcanzar la categoría de arte adulto que el cómic (no digamos la humilde historieta) nunca consiguió ver reconocida, reivindicar el placer de la lectura de los tebeos infantiles puede parecer un ejercicio de simple nostalgia. Me resigno a ello y acepto el sambenito de nostálgico irredento, porque esta entrada es una invitación al disfrute de una serie destinada al lector infantil que este "niño" con casi siete décadas a la espalda nunca ha dejado de adorar.
Las historietas de animales antropomorfos, herencia quizá de las fábulas clásicas, han dado muchos buenos ratos a los lectores de mi generación y las anteriores, y supongo que las que vinieron detrás no han dejado de apreciarlas. Pumby es una de las más conseguidas del tebeo español, y yo diría que no tiene nada que envidiar a las más prestigiosas del cómic mundial. El gatito cabezón de enorme cascabel corrió aventura tras aventura en mundos sorprendentes llenos de colorido. Como muestra, valga este episodio en cuatro partes, publicado en los números 664 a 667 de su revista (4, 11, 18 y 25-VII-1970).
José Sanchis Grau fue el autor de las historietas del gatito feliz y de otras series memorables como El soldadito Pepe y es una de las grandes figuras de la historieta española.
Buenas tardes. Enhorabuena por este blog. Aunque veo que tiene algunos años, me permito hacerte un comentario. Aprovechando la situación, he retomado la escritura de un tema que llevaba aparcado hace tiempo. Ando buscando principalmente un tebeo de Pumby que si mal no recuerdo visitaba o bien una ciudad subterránea o submarina, pero que al final de la aventura se inundaba y el gato Pumby tenía que salir por piernas. Lamentablemente no tengo más datos que aportar. Me encantaria poder localizar aunque fuera en formato PDF los ejemplares de este personaje, por lo menos los que sus aventuras discurren en cuevas y similares. Saludos. José Vicente
ResponderEliminarGracias por su enhorabuena. No recuerdo esa historia que comenta, voy a buscar en mis archivos a ver si doy con ella, pero no sé cómo hacérselo saber, en caso de que aparezca. Tendré que limitarme a poner otro comentario en la entrada.
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