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jueves, 30 de marzo de 2017

UN SUPERHÉROE PARA LOS NIÑOS ESPAÑOLES

El Conejito Atómico

El primer superhéroe, el que marcó la pauta y definió la categoría, fue, sin dudarlo, al menos en la España de mi infancia, Supermán. La figura del superhombre de azul con su escudo en el pecho y su mechón revoltoso dibujada por Wayne Boring en las brillantes portadas de aquellas revistas mexicanas de Novaro, que yo admiraba golosamente en el quiosco sin poder permitírmelas y que de vez en cuando podía leer prestadas o, más difícil aún, conseguía adquirir por trueque a cambio de dos o tres cuadernillos "normales", se adueñó de mis sueños más imposibles, con su elegante vuelo capa al aire. 
Pero no tardó en surgir un competidor nacional, nacido en una revista catalana, Yumbo, que había iniciado su recorrido antes de la guerra civil como versión en castellano de un original inglés pero que ya había conseguido un carácter más propio sustituyendo las historietas originales por otras dibujadas por Jesús Blasco y otros, sin renunciar a la publicación de material extranjero. Aquel superhéroe castizo fue un conejo, Pip, que al grito mágico de "¡Harman!" se convertía en El Conejito Atómico y luchaba con tesón y sin miedo contra piratas, bandidos y contrabandistas empeñados recurrentemente en secuestrar a su novia, la hermosa Linda. 
El autor de la historieta fue Antonio Ayné Esbert, dibujante de amplia trayectoria y reconocible estilo, que no debe confundirse con su primo Antonio Ayné Arnau, uno de los fundadores de la editorial Toray.
Portada del número 90 de Yumbo.
Nunca conseguí encontrar los primeros episodios de aquella serie, por lo que no puedo explicar los superpoderes que la palabra mágica concedía al héroe ni de dónde procedían. Durante mucho tiempo pensé que aquella palabra era el apellido del jefe de montaje y supervisión de la revista (según se leía en el recuadro de créditos de la segunda página de la revista), que en realidad se llamaba José María Arman (ideas que nacen en la niñez y cuesta desechar). 
Las historietas de Pip y Linda constaban inicialmente de cuatro páginas, habitualmente las primeras de la tripa del cuadernillo, con bastantes portadas dedicadas también al conejo volador. Como la revista se imprimía en dos pliegos, uno de cuatro páginas para las cubiertas y otro de dieciséis para el interior, en ambos casos con el anverso en color y la retiración en blanco y negro, una vez plegado y cosido las páginas del cuaderno alternaban por pares el color y en blanco y negro, por lo que las aventuras de nuestros conejiles amiguitos empezaban y terminaban en páginas en color y llevaban en blanco y negro las dos intermedias. Más adelante se publicaron historietas de mayor longitud en régimen de continuará, siempre a razón de cuatro páginas por número.
Como muestra de aquellas amables aventuras infantiles, se incluyen aquí cinco episodios: Piratería en acción (publicado en el número 36 de la revista), La invasión (número 37), El Enmascarado Rojo (número 90), El robo del millón / El viejo templo chino (números 137 y 138) y El robo del arma secreta / El mochuelo que lo sabía todo / El inventor de monstruos (números 142 a 145).























 




5 comentarios:

  1. Muchas gracias...a mis 69 años me has dado una gran alegría...EL CONEJITO ATÓMICO no solo fue mi 1º Superhéroe(bueno, sólo tuve otro: El original CAPITÁN MÁRVEL, no ese engendro que hicieron después), sino que también fue el introductor de la C.F. en mi generación - ya se que hubo antes obras del género estupendas, pero los niños de los "5o" no las teníamos a nuestro alcance -, así que lo dicho...Un abrazo

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  2. Muchas gracias, a mis 69 años me has dado una gran alegría...EL CONEJITO ATÓMICO no solo fue mi 1º Superhéroe ( bueno, solo tuve otro más :El Original CAPITÁN MÁRVEL, no el engendro en que lo convirtieron después), sino que, además, fue el introductor de la C.F. a los niños de mi generación..Sí, ya sé que antes hubo otras obras estupendas, pero no estaban al alcance de los Niños de "los 50"...entre ellos el Grande, el Inigualable POPEYE, que aparecía en el mismo Yumbo, solo que aquellos slogans - que ahora me parecen divertidísimos -, no se correspondían con las Aventuras de Fantasía Desbordante, en las que aparecían toda clase de Monstruos, Marcianos, Demonio, Brujas y los seres más curiosos y singulares, como el Tierno JEEP.
    Lo dicho, recibe un fuerte abrazo José Luis

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  3. Gracias a ti, José Luis, por tu amabilidad y tus comentarios. Es una alegría comprobar que no somos sólo los viejos buitres como yo, sino que jóvenes de otras quintas compartís mis recuerdos (es que yo soy muy mayor, no creas, ¡sesenta y nueve, quién los pillara! ¡Yo ya no cumplo los setenta!).

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  4. Tengo 73 años. He guardado hasta ahora tebeos de Yumbo y lo compraba por mi Conejito Atómico mi preferido. Tengo también de Roberto Alcazar y Pedrin. Pero ha llegado la hora de darlos a una persona que conozco que coleciona este tipo de revistas,porque sé que mis hijos no están interesados. y antes de que el dia que yo falte se vayan al vertedero sé que alguien tendrá parte de mi infancia.

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    1. ¡Ah, los años! Los viejos lectores y coleccionistas tenemos todos el mismo problema: por una parte, el espacio y el presupuesto ya no dan más de sí, es difícil seguir aumentando y completando nuestros archivos; por otra, aterra pensar qué va a ocurrir con nuestros tesoros cuando ya no estemos. Yo procuro pensar que aparecerá quien los aprecie y los disfrute, ya que encontrar instituciones interesadas en estos materiales es complicado.

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