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sábado, 25 de marzo de 2017

CUADERNOS DE AVENTURAS

Pantera Negra 

La selva africana de la editorial Maga

Valencia fue en algún momento la auténtica capital del tebeo de aventuras español, cuando la posguerra fue dejando paso a una vida social menos alejada de la que disfrutaban los países "normales". Algunos de los mayores éxitos en cuadernos a la italiana surgieron de la editorial Valenciana, que con El Guerrero del Antifaz, Roberto Alcázar, Purk, El Espadachín Enmascarado o Milton el Corsario, además de sus revistas de humor, se colocó en cabeza de la venta de historietas durante cerca de una década. 
A finales de los años cincuenta Valenciana empezó a perder su hegemonía, arrollada por el éxito de las colecciones de Bruguera, especialmente El Capitán Trueno y El Jabato, y de otras editoriales como Toray, con sus Hazañas Bélicas, o la madrileña Rollán, con tres colecciones de gran éxito, Aventuras del FBI, Jeque Blanco y Mendoza Colt. Mientras tanto, otro sello valenciano, fundado en 1950 por Manuel Gago, uno de los autores más importantes de Valenciana, se iba convirtiendo en poderosa rival local de la empresa de la calle de Calixto III.
Las colecciones de Maga comenzaron a nacer a un ritmo acelerado, y el quiosco se fue llenando de aquellos cuadernos de papel algo más amarillento que el de Valenciana y de portadas espectaculares: Pacho Dinamita, Juan Bravo y sus chicos, Toni y Anita, los ases del circo, Balín... 
En 1956 Maga publicó una de sus colecciones de más éxito, Pantera Negra. Se trataba de una historieta de ambiente selvático, inspirada claramente por el héroe de Burroughs, con guión de Pedro Quesada y dibujo de José Ortiz, que aparecía quincenalmente y que a los 54 números dio un giro al sustituir al protagonista original por su hijo, tan adaptado al mundo de la selva como su padre, y cambiar de paso de formato y de dibujante, tomando Miguel Quesada el relevo de Ortiz a los pinceles.
Tras Pantera Negra la producción de Maga se disparó, abarcando todos los campos de la aventura: Oeste, medieval, selvática, de capa y espada o de romanos, de piratas, antediluvianas, de ciencia ficción, policiacas... Entre sus personajes, Apache, Bengala, Piel de Lobo, El Coloso (luego El Príncipe de Rodas), El Corsario sin Rostro... Un plantel que satisfizo el ansia aventurera de una generación para la que la televisión aún era una afición poco accesible.
Éste fue el inicio de las aventuras de Jorge Lewis perdido en la selva africana. 











1 comentario:

  1. Recibo un merecido papirotazo por un garrafal error cometido en esta entrada al confundir al guionista Pedro Quesada con su hermano Miguel y viceversa. Ya está corregido, y luzco las consabidas orejas de pollino hasta la próxima semana. Procuraré enmendarme y poner más atención.

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