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jueves, 20 de abril de 2017

Ciencia ficción anticomunista

Boixcar: El mundo futuro

"¿Adónde vas, humanidad?"

 

Guillermo Sánchez Boix, que convirtió en legendaria la firma "Boixcar", es indudablemente uno de los hitos del tebeo español. Como en el caso de Vañó, Gago y otros, su importancia debe medirse más por la aportación a la industria de la historieta que por su mayor o menor calidad como historietista. Su colección Hazañas Bélicas fue un éxito permanente que marcó además una forma de enfocar el tema de la guerra en los cuadernillos. 
Por otra parte, los tebeos de Boixcar desempeñaron un papel muy importante para la aceptación del medio entre el público adulto, ya que no fueron pocos los padres de la época que compraban en el quiosco "el Boixcar" para leerlo ellos sin complejos ni disimulos, a diferencia de lo que hacían con el TBO, el Pulgarcito, el Pumby o el Jaimito, que regalaban a sus hijos (aunque no eran pocos los que hojeaban aquellas revistas disimuladamente).
Oficial japonés según 'The Phantom'.
La visión política de Boixcar, evidentemente conservadora, aparecía generalmente en un segundo plano. En las Hazañas Bélicas (salvo en los primeros números, en los que el progermanismo era evidente) se mantuvo casi siempre alejado del panfleto político (más de uno hubo, claro), y entre sus protagonistas fue admitiendo poco a poco a nativos de casi todos los países del conflicto, derivando hacia un claro sesgo proamericano, que se hizo casi excluyente en la última época, en la que la guerra de Corea tomó el relevo de la Mundial en muchos casos. Los relatos se centraban casi siempre en episodios protagonizados por soldados o civiles más que en auténticas hazañas guerreras, sirviendo la guerra más como telón de fondo del drama que como base de la acción. En cuanto al racismo, en las Hazañas Bélicas apenas asomaba alguna vez, salvo en el caso de los soldados nipones, retratados siempre como sanguinarios e inhumanos (lo que no era exclusivo de Boixcar, Falk hizo lo mismo en The Phantom).
Boixcar abordó en su carrera todos los géneros aventureros (no recuerdo que dibujara nunca historietas humorísticas o chistes). Desde que se especializó en el género bélico, a principios de los años cincuenta, abandonó casi absolutamente cualquier otro tema, hasta que a mediados de 1955 comenzó a publicarse otra colección gemela de su serie bélica, dedicada a la ciencia ficción, El mundo futuro.
El mundo futuro fue una serie de relatos de aventuras espaciales en los que Boixcar mantuvo el tono humanista y ético de inspiración cristiana de Hazañas Bélicas, con constantes referencias a la providencia y diálogos piadosos y beatos que han quedado absolutamente desfasados, si no lo estaban ya entonces. Las tramas, liberadas del pie forzado de la realidad de la guerra, le permitían elaborar auténticas parábolas bienintencionadas que no pocas veces resultan ingenuas.
En esta entrada, sin embargo, quiero destacar un número extraño de esta colección, un auténtico panfleto anticomunista de la más rancia estopa, que se publicó en el número 26: ¿Adónde vas, humanidad? Esta historia, a diferencia del resto, no ocurría en un futuro lejano, sino en un mundo muy cercano al que se vivía en los años cincuenta, sin otra referencia temporal que la frase inicial: "La luna ya no es el astro romántico de hace cincuenta años...". Nueva York y otras ciudades estadounidenses sufrían el ataque nuclear de los soviéticos, que éstos atribuían a extraterrestres, el protagonista estaba tentado a afiliarse al partido comunista hasta que descubría la intrínseca maldad del comunismo... Un verdadero disparate que se lee ahora con estupor, pero que en la época no era raro en el cómic y el cine estadounidense.
La reproducción de esta historieta la he hecho desde un ejemplar de la colección recopilatoria de Ursus, se puede notar porque falta el título del episodio en el encabezado de cada página. El ejemplar original lo tengo en muy mal estado, he mantenido sólo la portada, de Boixcar, ya que en la reedición se emplearon portadas nuevas sin firma de autor.
Espero que para quienes no conozcan otra cosa de Boixcar este número no signifique nada más que una curiosidad. Otras historias del autor son mucho menos panfletarias, y en muchos casos es una lectura agradable. Para evitarlo, voy a preparar otra entrada con una historia en cuatro partes de la misma colección que me resultó simpática en su día, tal vez aún se pueda leer con gusto. Se trata además de otro caso especial en las colecciones de Boixcar, normalmente reducidas a historias completas en un solo cuaderno. Hay sólo tres o cuatro relatos de El mundo futuro con más de un número.







 

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