Álbumes de cromos 22

De la televisión al álbum de cromos

    

Doctor Snuggles

    

Los dibujos animados son una de las maravillas del universo. Me refiero, claro, a las películas y cortos clásicos de Disney, Fleischer o Warner Bros., dibujos hechos con un nivel de perfección inalcanzable para lo que vino después. 

Fueron dos de los más grandes dibujantes de aquellos años, William Hannah y Joseph Barbera, los primeros que, eludiendo el escrupuloso trabajo de aquellos dibujos, inventaron, a finales de los años cincuenta, lo que Carlos Pumares llamaba "dibujos sin sombras": las animaciones en las que sólo se movían la boca, las piernas o las manos de los personajes, manteniendo los fondos inmóviles, lo que facilitaba y abarataba el trabajo de creación del dibujo animado. De esta manera fueron llegando grandes éxitos como Huckleberry Hound, Yogi Bear, The Flintstones, y tras ellos una legión de series que durante una década se comieron el espacio televisivo. Aunque siempre consideré que aquellas series estaban en un escalón muy inferior al de las grandes producciones de los maestros de la animación clásica, reconozco que muchas de ellas fueron hallazgos que han quedado como referentes de la cultura popular.

A finales de los años setenta llegó una nueva invasión con los dibujos japoneses y sus secuelas. Heidi y Marco hicieron llorar a una generación que se enamoró de los hermosos colores y la música hipnotizante, y tras ellos la pantalla se llenó de animalitos, nomos, hadas y elfos y toda una caterva de personajes que pasaron de la pantalla a los tebeos y los cromos una y otra vez. También en España tuvimos nuestros Mosqueperros, Willy Fogg, pequeños Cides y Quijotes. De todas aquellas historias, pocas me atrajeron, la verdad. Recuerdo a Pumuki, una mezcla de animación y figuración que no estaba mal, y alguna otra serie, sobre todo una que a mí me gustó por su desenfrenada y colorida fantasía: Doctor Snuggles, de Jeffrey O'Kelly, sobre un personaje de Nick Price.

Por aquella época, el actor español José María Caffarell protagonizó una ficción televisiva de corte fantástico que durante mucho tiempo pensé que no era sino una adaptación de las historias de O'Kelly: El profesor Poopsnagle, otro inventor que viajaba por el cielo acompañado por una pandilla de chavales a bordo de un autobús. Parece que estaba equivocado y que el profesor no tiene nada que ver con el doctor. 

Hoy traigo al blog el álbum de cromos de Ediciones Carpa dedicado al Doctor Snuggles. Seguro que más de uno lo recordará con el mismo cariño que yo.